miércoles, 26 de enero de 2011

La PREHISTORIA: Relato finalista (2º puesto)

Mujeres recolectando. Ilustración de Francisco Godoy.

EL APOGEO PERDIDO
Paula García Escalera


Titirota era una mujer de una tribu de la época del Paleolítico. Todas las mañanas iba con otras mujeres al campo a recolectar mientras otros hombres cazaban en grupo. A veces los hombres volvían sin presas, en cambio las mujeres siempre solían traer algo de cosecha.

Un día, Titirota se encontraba mal, y ese día no pudo ir a recolectar y se quedó en la cueva junto con otras mujeres que acababan de dar a luz a sus hijos. Una de ellas le dijo que a lo mejor era que estaba embarazada y, al cabo de tres meses, se dieron cuenta de que era eso, estaba embarazada. Después de haber pasado el período de embarazo, Titirota dio a luz a un niño, un niño moreno de ojos verdes. Al que llamó Piriro.

Pasaron los años, y Piriro ya tenía 10 años. Los hombre de la tribu empezaron a enseñarle varia técnicas para cazar, ya que dentro de poco él también iría a cazar junto con los otros hombres de la tribu. Algunos días le llevaban a cazar, para que viera como se hacía. Pasaban los años, y Piriro ya cazaba con los hombres de la tribu, su madre ya tenía mas de 30 años, y había tenido otros dos hijos más: una niña, Peznás, y otro niño, Brito, que a pesar de que solo tenía 6 años, iba a pescar con los más jóvenes.

Al cabo de unos pocos años, Piriro tuvo una hija con una de las “mujercitas” de la tribu, Kisa. Con la que, pasados los años, tuvo otra hija más. Piriro ya tenia 29 años, cuando Titirota enfermó, ella ya tenía 42 años, con lo que consideraban que su vida fue lo suficientemente larga comparada con la de las demás personas de la tribu. Mientras Titirota estaba metida en una cabaña sin salir, Piriro se ocupaba de sus dos hermanos y de sus dos hijos.

Cuando los hombres ya estaban cavando lo que sería la fosa de Titirota, ella se recuperó repentinamente, sin nadie esperarlo; fue entonces cuando su mejor amiga iba a llevarle algo de comer, y al verla tan bien, empezó a llorar de la alegría. Era tal la alegría que tenía, que no tenía fuerzas para salir a llamar a los tres hijos de Titirota. Cuando tuvo fuerzas para hacerlo, salió a buscarlos, y los encontró más allá del bosque, los llamó y ellos, pensando que lo que quería era anunciarle la muerte de Titirota, salieron corriendo hacia ella y cuando les dijo que su madre se había recuperado sola, empezaron a correr hacia la cabaña donde Titirota se encontraba. Al verla tan bien, pensó que ya podría hacer lo que solía hacer todas las mañanas antes de enfermar, y pudo hacerlo sin problemas.

Piriro volvió a tener otro hijo con Kisa, esta vez niño, al que quiso llamarlo como él.

Cuando ya Titirota había fallecido de anciana, Piriro volvió a tener otro hijo, gemelo con otros dos, tuvo trillizos. Los habitantes de la tribu empezaron a pensar que Piriro debía ser el jefe de la tribu, pues había tenido más hijos que los demás en toda la historia de la tribu, y allí era jefe quien más hijos tenía, el ya tenía 6, y decía que a lo mejor se animaba a tener otro más, corriendo el riesgo de que en vez de esperar uno, viniesen más de uno, o más de dos.

La caza en el Paleolítico. Ilustración de Ignacio Albisua.

Piriro acabó siendo jefe de la tribu, pero a pesar de ello él no mandaba, él seguía cazando con los demás, y seguía enseñando técnicas a los mas jóvenes.

Kisa murió mientras daba a luz a su séptimo hijo, que también murió con ella... por lo tanto Piriro tuvo que hacerse cargo de sus 6 hijos, y no quiso ser jefe de la tribu.

Un día, de madrugada, empezaron a oír pasos de animales corriendo desde lejos, que cada vez se iban acercando más, y más... hasta que la manada de bisontes alcanzó las cabañas, no pudieron huir… No consiguió salvarle nadie, pues la manada venía muy extendida.. y no les dio tiempo a correr.

Las cabañas quedaron totalmente arrasadas, y todas las personas, aplastadas; nadie sobrevivió. Acabó la sucesión de esta tribu, la tribu de Yancana.


FIN



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1 comentario:

  1. ¡Ay madre! Pues sí que era fácil nacer y morir en la Prehistoria, ¿no?
    Me ha encantado.
    Un beso a todos los participantes

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